Uno de mis hobbys vocacionales por así decirlo, es impartir clases de apoyo como profesor particular en diversas materias, entre ellas farmacología, y siempre que abordamos el tema de la farmacovigilancia, pongo como ejemplo el de la TALIDOMIDA, una droga que fue sensación entre 1958 y 1963, como sedante y como calmante de las náuseas durante los tres primeros meses de embarazo (hiperémesis gravídica). Posteriormente fue prohibida a la venta luego de la confirmación de malformaciones congénitas por el uso de la misma, durante el embarazo. Se calcula que existieron, en todo el mundo, entre 6.000 y 12.000 nacimientos de niños con una malformación determinada llamada focomelia; anomalía congénita caracterizada por la carencia o escaso desarrollo de las extremidades superiores e inferiores.
La talidomida afectaba a los fetos de dos maneras: bien que la madre tomara el medicamento directamente como sedante o calmante de náuseas o aún cuando el padre lo tomara previamente al embarazo, ya que la talidomida afecta al esperma y transmite los efectos nocivos ya en el momento de la concepción.
Investigando se descubrió que en la preparación que se comercializaba había dos talidomidas distintas, aunque de igual fórmula molecular, en las cuales cambiaba la disposición de los grupos en un carbono, que hasta entonces no se tenía en cuenta. Están pues (según la nomenclatura actual) la forma R (que producía el efecto sedante que se buscaba) y la S (que producía efectos teratogénicos).
Quizás lo mas paradójico de esta historia es el giro que ha tomado este farmaco, que de ser practicamente "una mala palabra", en la actualidad la talidomida se vuelve a utilizar, con el apoyo de la OMS, en algunos países, entre ellos el nuestro, porque se ha comprobado su eficacia en enfermedades como la lepra, el Mieloma múltiple y algunos tipos de cáncer, relacionada con su efecto inmunomodulador (aunque se sigue desconociendo su mecanismo de acción). De hecho, ya se conocen casos actuales de nacimientos de niños con dismelia en Etiopía y Brasil, hijos de padres tratados con talidomida, por lo que su uso debe ir acompañado del consentimiento informado del paciente y su familia.
El hecho a destacar de todo esto, es que, después de la catástrofe de la talidomida y la alarma social que provocaron sus efectos, muchos países paulatinamente empezaron a promulgar leyes de control de los medicamentos y también la exigencia que éstos sean sometidos a ensayos farmacológicos y probados en animales, además de ensayos clínicos en personas antes de su comercialización y una exhaustiva vigilancia post-comercialización (farmacovigilancia), lo cual redundo en un beneficio para toda la humanidad.
Dr. Pablo Hidalgo
EJERCICIO VS. SEDENTARISMO ¿UNA BATALLA PERDIDA?
Las facilidades de la vida moderna nos llevan a adoptar estilos de vida menos activos. Los grandes adelantos técnicos tienden a favorecer la falta de actividad física. Nos movilizamos en automóvil u ómnibus y miramos televisión o nos sentamos frente a la computadora en nuestros ratos libres.
Todo esto nos ha llevado a un alejamiento progresivo de la actividad física. A pesar de todos los beneficios probados del ejercicio, el sedentarismo nos sigue ganando esta batalla.
Hechemos un vistazo como ejerce el EJERCICIO FÍSICO sus efectos beneficiosos:
Sobre el corazón
*Disminuye la frecuencia cardíaca de reposo y, cuando se hace un esfuerzo, aumenta la cantidad de sangre que expulsa el corazón en cada latido. De esta manera la eficiencia cardíaca es mayor "gastando" menos energía para trabajar.
*Estimula la circulación dentro del músculo cardíaco favoreciendo su irrigacion.
Sobre el sistema circulatorio:
*Contribuye a la reducción de la presión arterial.
*Disminuye la formación de coágulos dentro de las arterias con lo que se previene la aparición de infartos y de trombosis cerebrales.
*Actúa sobre el endotelio, segregando sustancias de suma importancia para su correcto funcionamiento, mejorando su actividad. Todo esto por una acción directa ya través de hormonas que se liberan con el ejercicio.
*Mejora el funcionamiento venoso previniendo la aparición de varices.
Sobre el metabolismo:
*Aumenta la capacidad de aprovechamiento del oxígeno que le llega al organismo por la circulación.
*Aumenta la actividad de las enzimas musculares, elementos que permiten un mejor metabolismo del músculo y por ende una menor necesidad de exigencia de trabajo cardíaco.
*Aumenta el consumo de grasas durante la actividad con lo que contribuye a la pérdida de peso.
*Colabora en la disminución del colesterol total y del colesterol LDL ("malo") con aumento del colesterol HDL ("bueno").
*Mejora la tolerancia a la glucosa favoreciendo el tratamiento de la diabetes.
*Incrementa la secreción y trabajo de diferentes hormonas que contribuyen a la mejoría de las funciones del organismo.
*Colabora en el mantenimiento de una vida sexual plena.
*Mejora la respuesta inmunológica ante infecciones o agresiones de distinto tipo.
Sobre el tabaquismo:
*Los individuos que realizan entrenamiento físico dejan el hábito de fumar con mayor facilidad y hay una relación inversa entre ejercicio físico y tabaquismo.
Sobre los aspectos psicológicos:
*Aumenta la sensación de bienestar y disminuye el estrés mental. Se produce liberación de endorfinas, sustancias con estructura química similar a morfina, que favorecen el " sentirse bien" después del ejercicio (sin, por supuesto, los efectos malos de la droga).
*Disminuye el grado de agresividad, ira, ansiedad, angustia y depresión.
*Disminuye la sensación de fatiga.
*Elimina el insomnio.
Sobre el aparato locomotor
*Aumenta la elasticidad muscular y articular.
*Incrementa la fuerza y resistencia de los músculos.
*Previene la aparición de osteoporosis.
*Previene el deterioro muscular producido por los años.
*Facilita los movimientos de la vida diaria.
*Contribuye a la mayor independencia de las personas mayores.
Como veran, la victoria sobre el sedentarismo esta al alcance de todos, y se consigue solo con proponerle a nuestro cuerpo y mente... un cambio de actitud.
Dr. Pablo Hidalgo